La escuela de los 7 pétalos



Por Noemi Paymal

Después de la gira de Argentina y Chile (fin de 2010), viendo, observando y hablando con muchos profesores, padres, jóvenes y niños, así como con amigos muy buenos con Permacultura, escribí el siguiente artículo, titulado “la Escuela de 7 Pétalos”. Espero les guste y les dé pautas concretas para armar las nuevas escuelas.

La Escuela de 7 Pétalos
La Escuela de 7 Pétalos consiste en un paquete pedagógico apuntando a la co-creación de una “escuela de transición” (por ejemplo para el periodo de 2010 a 2020), que sea integral, productiva, ecológica y diseñada hacia el desarrollo personal holístico de los niños/as y de los adultos que los acompañan. En una Fase II, esas clases de escuelas pueden ser experiencias pilotas que desembocarán en un tipo de “SocioEducación Integral intra-inter pedagógica” (por ejemplo de 2020 a 2050), es decir cuando la educación será para todos, para todas las edades, integrando y articulando armónicamente todos los sectores de la sociedad, del Saber y del Ser, de manera responsable, protagonista y productiva.

La Escuela de 7 Pétalos se caracteriza por ser sencilla, fácil de aplicar a muy poco costo
y se adapta a cualquier entorno geográfico, social, económico, cultural y ecológico.

Más que una escuela, es similar a una “Escuela-Centro-Casa” como una especie de “Centro Cultural de Desarrollo Integral”, donde cada uno co-crea su propia educación, apoyándose mutuamente.
Propone 7 ejes o pétalos, totalmente flexible en cuanto su ejecución.

Los 7 pétalos son:
 
  1. Desarrollo físico y acción
  2. Vida social y multicultural
  3. Ecología
  4. Un cognitivo articulado
  5. Desarrollo personal
  6. Arquitectura y Arte
  7. Autosustentabilidad
1. Desarrollo físico y acciónUn niño feliz es un niño activo, en constante movimiento,  que hace y construye”.
El primer paso de la Escuela de 7 Pétalos consiste en asegurarse que los niños/as tengan abundante actividad física y acción.
La actividad física consiste en: estar afuera (por ejemplo trepar árboles, nadar en los ríos...), actividades deportivas todos los días, baile contemporáneo (entre otros bailes) y Artes Marciales. Para los niños de mucha energía puede ser deportes “fuertes” como Kung Fu o football, para niños tranquilos, puede ser deportes “suaves” como natación, caminar, yoga. 
Asegurase que sean actividades cooperativas no-competitivas (o aun si es competitivo, por lo menos, el niño sabe que ganar y aplastar al otro no es la meta).
Por acción, se entiende que la mayoría de las actividades de los niños consiste en: construir, fabricar, participar en talleres, ejercer oficios, explorar e investigar, hacer algo útil, productivo y altamente motivador. Por ejemplo: hacer papel reciclado, sembrar, construir una cabaña, etc…
2. Vida social y multicultural
Un niño feliz es un niño proactivo en su sociedad  y orgulloso de sus raíces”.
El segundo paso de la Escuela de 7 Pétalos es asegurarse que la escuela esté totalmente insertada, protagonista y pro-activa en su entorno social y cultural. Se integra la escuela y la sociedad de manera armónica y constructiva. En este sentido, la escuela apoya a la vida social, barrial o comunal, y vice-versa.
También es importante que la Escuela de 7 Pétalos sea parte de la vida cultural local, honrando los saberes, idiomas y la cultura del lugar a la vez que apoya a todos las culturas del planeta, apuntando a la hermandad planetaria y a la Cultura de Paz  mundial.
3. Ecología
Un niño feliz ama y cuida a la Tierra”.

El tercer paso de la Escuela de 7 Pétalos es la ecología, el medioambiente y el uso coherente y sostenible de los recursos de la Tierra. Por ejemplo, seria importante que se enseñe los principios de Permacultura y bioagricultura. Poco a poco es deseable que la escuela tenga sus propios cultivos (¡Aunque sea en “cajones”, macetas y en balcones!) y fuente de energía autosustentable.
4. Un cognitivo articulado y aplicado
Un niño feliz es un niño curioso”.

El cuarto paso de la Escuela de 7 Pétalos es introducir un sistemas de estudios articulados, que sea concreto y que responda a la demanda de los niños, permitiendo que exploren, encuentren ellos mismos las soluciones y lo disfruten. Es decir, se promueve una educación basada en el autodescubrimiento, el ¡Eureka! o insight. Puede incluir física quántica, biología molecular, geopolítica, tecnología de punta, o cualquier materia en la cual expresa su interés el niño. Todas las materias están articuladas entre si y desembocan en algo concreto de manera regular.
5. Desarrollo personal
Un niño feliz es un niño que se conoce a si mismo, en todas sus dimensiones”.
El quinto paso de la Escuela de 7 Pétalos es muy importante. No hay verdadera educación si no está acoplada a un verdadero desarrollo integral personal. Apuntamos a un SER humano que sea no solamente erudito sino que sea práctico, sabio y humanitario, en todas sus facetas. Es decir, que se conozca a si mismo, en todas sus dimensiones. Se apunta así a tener ciudadanos responsables, padres de familia emocionalmente estables y amorosos, y seres humanos íntegros, seguros y felices.
Esta sección incluye, entre otros:
  • Clases de desarrollo personal en todos sus aspectos
  • Ética-solidaridad
  • Desarrollo de la Inteligencia Emocional
  • Ejercicios para afianzar la autoestima y las facultades intuitivas
  • Salud preventiva y terapias complementarias
  • Filosofía activa
  • Leyes de convivencia y leyes cósmicas
  • 6. Arquitectura y Arte
    Un niño feliz es un niño que crea belleza”.
    El sexto paso de la Escuela de 7 Pétalos toma en cuenta la necesidad, en la misma escuela, de un entorno arquitectónico ecológico basado en la estética y la geometría universal o sagrada.
    Esta sección comprende, entre otros:
  • Arquitectura dinámica biológica y autosustentable.
  • Artes en toda sus formas.
  • Geometría Sagrada.
  • Domos y otras estructuras biodinámicas fáciles de construir, armar o desarmar (domos, yurt, piezas redondas, cúpulas, carpas en tipis, ...).
  • Diseño estético y ecológico del entorno.
  • Uso de materiales del entorno.
  • 7. Autosustentabilidad
    Un niño feliz es un niño que sabe que puede actuar asertivamente en cualquier circunstancias”.
    El séptimo paso de la Escuela de 7 Pétalos es asegurase que el Centro-Escuela-Casa sea productivo, económicamente sustentable y semi-autónomo.
    Se podría considerarse que además reciba subvenciones por ser centros experimentales, centro de investigación académica aplicada y centro de capacitación.
    Las actividades involucran a las familias y vecinos y se insertan en la vida del barrio o de la comunidad. Es así un “incentivo” y un lugar multifaceta para su zona, donde se aplican y transmiten ideas y tecnologías vanguardistas.
    Al final la Escuela de 7 Pétalos funciona como una espiral ascensional. Cada pétalo está enlazado con el otro y avanza en espiral, al compás del despertar de la conciencia.
    Para jóvenes, adultos y adultos mayores, son los mismos principios, adaptados a la edad y aficiones de cada uno. La Escuela de 7 Pétalos funciona juntos, sin separación de edad, oficios o materias.
    También se puede añadir más pétalos. Y cada pétalo se debe desarrollar más y más. La idea es que la Flor de 7 pétalos dé lugar a un loto de miles de pétalos que no cese de crecer y que dé paso a la nueva sociedad que esperamos con la llegada de las nuevas oleadas de niños y niñas que ocurren masivamente en todas partes en nuestro planeta en la época actual.

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